Ecos de ilusión

"Id como una plaga contra el aburrimiento"

Vuelvo a vivir deprisa, a no ser consciente de los días, a decirme ¿ya es febrero? Pues sí, ya es febrero y, de hecho, está terminando. Pero no me doy cuenta, no lo hago porque ya no vivo pendiente de fechas, de esperar, de lo que sea que antes hacía que quisiera que el tiempo pasase más deprisa.

Es increíble. Tengo tantas cosas que contar que no sé ni por dónde empezar... creo que debería hacerlo por navidad.

No han sido las mejores navidades de mi vida, pero sí unas que nunca podré olvidar. Las pasé en París con Zene y fueron diez días increíbles, como si viviera en un sueño, sintiéndome más libre que nunca.


Este viaje me cambió las perspectivas de las cosas, me hizo ver mi propia vida desde otro punto de vista. Creo que nunca me había pasado algo así. Volví y a medida que pasaban los días me sentía más fuerte, más decidida, con más ganas de tomar esas decisiones que, antes del viaje, no era capaz ni de plantearme. He superado un miedo que me ha acompañado durante muchos años y me siento orgullosa de mí misma por ello.

Realmente iba a irme a Madrid, había hecho planes, se lo había comunicado a mi familia... pero los planes se tuercen, y ésta al final no ha resultado ser mi oportunidad. Me pasaré toda la vida preguntándome qué hubiera sido de mí si me hubiera ido a Madrid a hacer las prácticas, dónde hubiera acabado, a quiénes habría conocido... y, tras mucho pensarlo, tras mucho sentirme mal por ello, me di cuenta de que es verdad eso de que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.

Haré las prácticas en una productora de Marbella, tendré la oportunidad de aprender de un hombre bien posicionado, que entiende de lo que me gusta; me siento afortunada. Me da miedo no estar a la altura, me da miedo la imagen que pueda dar, pero esos miedos los voy a tener aquí, en Madrid y en Pekín. El primer trabajo, aunque no sea remunerado, es así.

Cambiando de tema pero no alejándome demasiado, el 18 de febrero ganamos el concurso de Cortometrajes de las I Jornadas de Audiovisuales que celebraba mi instituto. Parecerá una tontería, pero siento que he dejado mi nombre ahí; siento que esto es el principio de algo.



Para mí es muy especial porque tanto Diana como yo llevábamos queriendo hacer algo como esto desde mediados del curso pasado. Queríamos hacer un corto que transmitiese un mensaje de esperanza a toda esa gente enferma que siente que ya no les queda vida sólo por estar enfermos. Queríamos decirles que siguiesen adelante, que peor que la propia enfermedad es dejarte vencer por ella, que no se rindiesen. Por fin lo hemos podido hacer. Me siento muy satisfecha. En la entrega de premios me emocioné, y yo tiesa perdía para no derramar ni una lágrima xDDDD.

Otra cosa mariposa; Diana y yo iremos de Alicia y Sombrerero, como fuimos el año pasado al Salón del Manga de Málaga, que ahora que me doy cuenta fue en febrero... hace un año ya, madre mía.
Y hay algo más que debería mencionar pero todavía es pronto para hablar de ello, así que ya lo comentaré cuando diga "¿ya es abril?".